
Chillón es uno de los lugares que cuenta con un mayor número de fuentes para visitar, algunas datadas del siglo XVI como la fuente “De dos chorros” o “El Bombo”, mencionada incluso por Felipe II, hasta otras construidas a comienzos y mediados del siglo XX como “La Garrota” o “La fuente del barco”.
“Unas son de piedra, otras de ladrillo o construidas sobre enclaves naturales”, han sido diversas las utilidades que han tenido a lo largo de los siglos ya que “unas servían como lavadero de ropa para las mujeres el siglo pasado, otras para abastecimiento humano e incluso alguna servía como abrevadero de animales”.
Destacan también la fuente “Herrumbrosa”, conocida popularmente como “Rumbrosa” dada su condición y sabor ferruginoso característico, y “La fuente del barco” cuya construcción, en 1934, recuerda a un navío.